Fa dies, vàrem sentir a algun polític nostrat, parlar del PER (Plan de Empleo Rural) de manera despectiva, i la veritat és que vaig pensar que no en sabia massa d'aquest tema. Avui he sentit que a Extremadura hi ha un atur del 27% i que a Andalusia és del 32%. He pensat que era una bestiesa tot plegat. He sentit que al cap i la fi la gent del camp, allà, són més aviat víctimes dels latifundistes, com la Duquessa de Alba, que decideixen conrear o no una terra, i per tant contractar o no camperols que els facin la feina tot plegat depèn de les subvencions que rebin des de l'Estat o la UE. És a dir m'han definit als cacics que fa segles que perviuen al nostre país. És la relació que té l'obrer del camp amb l'amo de la terra.
Després he sentit que, molts camperols, immigrants o no, quan venen a Catalunya, es sorprenen de que el propietari de la terra sigui realment un empresari i treballador alhora. Es a dir, que treballa al seu costat, colze amb colze, controlant i recollint la collita, podant o fent qualsevol altre feina adient al sector. Sorprèn que tornem a haver de pensar en velles cançons o a recordar les imatges i informació que aquí us penjo.
Plan de Fomento del Empleo Agrario
El Plan de Fomento del Empleo Agrario (PFEA), más conocido como Plan de Empleo Rural (PER), su antigua denominación, es un plan de subvenciones a los ayuntamientos de varias comunidades autónomas, para realizar inversiones en el mundo rural.
Fue establecido en 1986 por el Gobierno de España durante el mandato de Felipe González con el nombre de Plan de Empleo Rural y en sustitución del llamado "empleo comunitario". El PER estaba destinado a las comunidades de Andalucía y Extremadura para que contratasen a trabajadores eventuales agrarios (jornaleros) en paro y facilitar así un periodo de empleo y el acceso a un subsidio especial de desempleo.
En diciembre de 1996 como consecuencia del Acuerdo para el Empleo y la Protección Social Agrarios (AEPSA) pasó a llamarse Plan de Fomento del Empleo Agrario y pasó a aplicarse a más comunidades autónomas, aunque Andalucía y Extremadura copan el 86,5% de las ayudas.
Implicaciones
Ocupar los puestos de trabajo temporales financiados por el PER (ahora PFEA) ha permitido el acceso de numerosos jornaleros del campo al Subsidio por desempleo a favor de los trabajadores eventuales del Régimen Especial Agrario. Los jornaleros que hayan trabajado en el campo al menos 35 jornadas tienen derecho a cobrar seis meses de subsidio por, siempre que se cumplan ciertas condiciones en función de la edad, situación familiar e ingresos mínimos. Desde 2002, los trabajadores eventuales agrarios deben cotizar a la Seguridad Social por desempleo y pueden tener derecho a una prestación contributiva.
El subsidio equivalente actual, AEPSA, requiere de 20 días trabajados y fue ampliado a seis comunidades autónomas más.
En 2008 los fondos dedicados por comunidades del total de 203,65 millones de euros son:
- Andalucía 134.458.594,48 €
- Extremadura 35.742.158,03 €
- Castilla-La Mancha 8.730.463,30 €
- Comunidad Valenciana 7.236.708,50 €
- Castilla y León 3.681.038,60 €
- Región de Murcia 4.326.554,07 €
- Canarias 2.699.428,31 €
- Aragón 774.371,59 €
Polémica
El PER ha sido polémico desde su creación: sus defensores argumentan que contribuye a mejorar las condiciones de vida en el medio rural y a evitar un éxodo de población de este a las ciudades; sus detractores argumentan que evita un verdadero desarrollo de los pueblos y que lleva aparejado diversos tipos de fraude (trabajadores que declaran peonadas falsas para alcanzar el subsidio, o que continúan trabajando ilegalmente mientras lo reciben).
Otro argumento de crítica al PER habla de voto cautivo, en el sentido de que la entrega de subsidios por parte del gobierno favorece el que los subsidiados le voten. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Granada apunta a un beneficio de IU frente a un perjuicio del PP, sin que el PER repercutiera en los apoyos al PSOE.
La reducción del número de peonadas requeridas para cobrar el subsidio de 35 a 20 fue duramente criticada por algunos sectores que la tildaron de artefacto para reducir la cifra real de parados en más de 200.00 personas en el segundo trimestre de 2010, de compra de votos o motivo de la posterior subida del IVA.
De los fondos destinados al PAC , 5100 Millones de Euros (2008), solo 203 millones fueron destinados a AEPSA, partida reducida en comparación con las ayudas recibidas por otros sectores como la banca con 50.000 Milones de euros o el sector del automóvil con 5200 millones.
Yo pregunto a los presentes
si no se han puesto a pensar
que esta tierra es de nosotros
y no del que tenga más.
Yo pregunto si en la tierra
nunca habrá pensado usted
que si las manos son nuestras
es nuestro lo que nos den.
¡A desalambrar, a desalambrar!
que la tierra es nuestra,
tuya y de aquel,
de Pedro, María, de Juan y José.
Si molesto con mi canto
a alguien que no quiera oír
le aseguro que es un gringo
o un dueño de este país.
¡A desalambrar, a desalambrar!
que la tierra es nuestra,
tuya y de aquel,
de Pedro, María, de Juan y José.
si no se han puesto a pensar
que esta tierra es de nosotros
y no del que tenga más.
Yo pregunto si en la tierra
nunca habrá pensado usted
que si las manos son nuestras
es nuestro lo que nos den.
¡A desalambrar, a desalambrar!
que la tierra es nuestra,
tuya y de aquel,
de Pedro, María, de Juan y José.
Si molesto con mi canto
a alguien que no quiera oír
le aseguro que es un gringo
o un dueño de este país.
¡A desalambrar, a desalambrar!
que la tierra es nuestra,
tuya y de aquel,
de Pedro, María, de Juan y José.
JUAN SIN TIERRA
Voy a cantar el corrido
de un hombre que fue a la guerra
que anduvo en la sierra herido
para conquistar su tierra.
Lo conocí en la batalla
y entre tanta balacera
el que es revolucionario
puede morir donde quiera.
El general nos decía:
"Peleen con mucho valor,
les vamos a dar parcelas
cuando haya repartición."
Mi padre fue peón de hacienda
y yo un revolucionario,
mis hijos pusieron tienda,
y mi nieto es funcionario.
Grito Emiliano Zapata:
"Quiero tierra y libertad",
y el gobierno se reía
cuando lo iban a enterrar.
Vuela, vuela palomita,
párate en aquella higuera
que aquí se acaba el corrido
del mentado Juan sin Tierra.
de un hombre que fue a la guerra
que anduvo en la sierra herido
para conquistar su tierra.
Lo conocí en la batalla
y entre tanta balacera
el que es revolucionario
puede morir donde quiera.
El general nos decía:
"Peleen con mucho valor,
les vamos a dar parcelas
cuando haya repartición."
Mi padre fue peón de hacienda
y yo un revolucionario,
y mi nieto es funcionario.
Grito Emiliano Zapata:
"Quiero tierra y libertad",
y el gobierno se reía
cuando lo iban a enterrar.
párate en aquella higuera
que aquí se acaba el corrido
del mentado Juan sin Tierra.
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LOS NIÑOS DE EXTREMADURA
Los
niños de Extremadura
van
descalzos.
¿Quién
les robó los zapatos?
Les
hiere el calor y el frío.
¿Quién
les rompió los vestidos?
La
lluvia
les
moja el sueño y la cama.
¿Quién
les derribó la casa?
No
saben
los
nombres de las estrellas.
¿Quién
les cerró las escuelas?
Los
niños de Extremadura
son
serios.
¿Quién fue el ladrón de sus juegos?
(El poeta en la
calle, 1935)
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El niño yuntero
Carne
de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.
Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatifecho arado.
Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.
Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.
Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra,
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.
Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.
Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.
A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.
Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepurtura.
Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.
Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
resuelve mi alma de encina.
Le veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
u declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.
Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.
¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?
Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.
Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatifecho arado.
Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.
Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.
Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra,
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.
Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.
Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.
A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.
Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepurtura.
Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.
Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
resuelve mi alma de encina.
Le veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
u declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.
Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.
¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?
Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.
Miguel
Hernández
El camp no ens ha de neguitejar ans el contrari, em de recordar que gaire be tots hi tenim un vincle directe amb ell, cal mantenir una relació estreta amb l'entorn rural i adequar la seva realitat a la realitat de tot el país, encara n'és una part important de la societat i no l'hem de perdre.